La madera de okume (también ocume) es originaria África Central, principalmente de países como Gabón o Guinea Ecuatorial. En esencia se trata de una madera blanda, de apariencia muy regular gracias a su textura lisa y fibra recta, y color marrón pálido.
El árbol puede llegar a tener 300 años, dos metros y medio de diámetro y hasta 60 de altura. Sin embargo, esto no es frecuente ya que se realiza una explotación constante de la especie. Aunque no se considera en riesgo, dado que en Gabón existe en grandes cantidades, la velocidad con la que se explota el recurso en otros lugares es preocupante. Existen cultivos dedicados a la explotación de esta madera en muchos países africanos. Sin embargo, la demanda y las exportaciones son mayores que esta producción.
Nombre científico: Aucoumea klaineana.
Características de la madera de Okumé
Color: Duramen entre marrón y rosa pálido hasta el gris claro. La albura de color más claro y pálido.
Fibra: Recta o entrelazada.
Grano: Fino.
Densidad: Es una madera ligera con una densidad media de 440 kg/m3 al 12% de humedad.
Dureza: Se trata de una blanda con 1.6 en el test de Monnin.
Durabilidad: Moderada. Es susceptible al ataque de insectos.
Estabilidad Dimensional: Estable.
- Coeficiente de contracción volumétrico: 0.33% madera algo nerviosa.
Propiedades Mecánicas:
- Resistencia a la compresión: 370 kg/cm2
- Resistencia a flexión estática: 630 kg/cm2
- Módulo de elasticidad: 98,800 kg/cm2
Trabajabilidad:
- Sin problemas, salvo en los casos de fibra entrelazada.
- Clavado y Atornillado. Sin problemas.
Usos de la madera de Okumé
- Chapas decorativas y tableros contrachapados. Se trata del principal y muy destacado uso de la madera de okume. De hecho, está muy valorada para este uso.
- Carpintería de interior. Frisos, molduras, rodapiés…
- Embarcaciones de recreo.